
Cuando me he preguntado o me han preguntado cómo innovar en una empresa pequeña (y no tan pequeña) la primera respuesta que se me viene a la cabeza es una única palabra: actitud.
«No sólo de actitud vive el hombre, Álvaro», pensarás.
Nada de acuerdo. Todo es actitud. Actitud es informarte de las diferentes formas de innovar en una empresa, actitud es conocer la respuesta a por qué innovar en un empresa, actitud es no quedarte parado, aletargado, y dar un paso al frente y decir: «voy a cambiar las cosas».
Actitud es formarte, actitud es pelearte con tu jefe, hacer informes, dar argumentos, probar y fallar… Y alguna vez, por qué no decirlo, también acertar.
Actitud es montarte tu rollo y estudiar cómo innovar en una pyme, dar alternativas, generar valor y propuestas, cambiar la estructura empresarial o crear una nueva. Eso es la actitud.
Y si tienes actitud, tienes el 90% de lo necesario para generar disrupción.
Si tienes el actitud, tienes el 90% de lo que necesitas para innovar. Atrévete #business Clic para tuitearSi no existiera esta actitud no habría empresas como Sepcom o Cyberclick ni su CEO, David Tomás, habría escrito jamás su excelente manifiesto La empresa más feliz del mundo. Y, sobre todo, si no se creyeran su actitud jamás hubieran respondido a la pregunta cómo innovar en una empresa. Se habrían dejado llevar por la inercia de la tradición.
Un libro fundamental que tienes que leer ya es Rework de la empresa 37Signals, ahora llamada Basecamp. En él encontrarás formas de innovación empresarial en torno a la productividad, producto, gestión de equipo, actitud ante la competencia, etc…
Todo ello, dentro del marco de esta nueva realidad que vivimos entre millenials y knowmads.
Qué encontrarás en este post
- ¿Cómo innovar en una empresa? Lo primero: re-piensa
- 1. No hagas caso a la realidad. O mejor dicho, a lo que el resto del mundo llama realidad
- 2. ¿Las empresas tienen que buscar siempre el crecimiento?
- 3. Rompe con los planning, son una fantasía
- 4. Destierra la idea del workaholic
- 5. Abandona las ideas y comienza a hacer algo
- 6. Reduce las reuniones
- 7. Focalizate en ti, no en la competencia
- 8. El poder del «no»
- 9. Sé imperfecto
- 10. Marketing no es un departamento: todo es marketing
¿Cómo innovar en una empresa? Lo primero: re-piensa
Este título es importante. En él se recoge lo que se puede considerar una filosofía de empresa moderna y adaptada a la nueva realidad. De hecho, me siento muy cómodo trabajando de esta manera y estoy seguro de que después de leerlo me darás la razón y lo empezarás a implementar en tu negocio o empresa.
Toda esta filosofía de innovación proviene de una cuestión: ¿por qué?
Por qué se está haciendo esto así, por qué tenemos que contratar, por qué tenemos que tener una oficina física, por qué tenemos que hacer planes estratégicos, por qué, por qué y por qué.
Cuestionarse la filosofía de trabajo es el primer paso para innovar. No aceptar que las cosas no pueden cambiar y no darse por vencido jamás te llevarán al éxito.
1. No hagas caso a la realidad. O mejor dicho, a lo que el resto del mundo llama realidad
Esto no quiere decir que te vuelvas loco y hagas el inconsciente. Simplemente, estate alerta.
Cada vez que tengas una idea diferente o una propuesta de cambio de proceso o de producto o de comunicación. Siempre, habrá personas que te dirán «esto es imposible». Y encontrarán un problema para cada solución que tú propones.
Ignóralas.
No hablan de realidad, sólo de excusas. Utilizan la realidad (lo que ellos llaman realidad) para no trabajar. En algunas ocasiones será la empresa, en otras el jefe, y en algunas la sociedad…, el tiempo o el equipo.
Haz la prueba: anota en una libreta las veces que al proponer un cambio, tu interlocutor pone una excusa. Alucinarás con los resultados.
2. ¿Las empresas tienen que buscar siempre el crecimiento?
No, claro que no. ¿Por qué la expansión del negocio siempre tiene que ser el objetivo? Tal vez, el tamaño ideal de tu compañía sea el de 5 personas, tal vez el de 100, quizá no necesites más que tu ordenador y una conexión a Internet.
No podrás innovar en tu empresa si no te quitas la losa del crecimiento.
Además, ser pequeño tiene muchas ventajas: flexibilidad, rapidez a la hora de implementar un cambio, facilidad para cambiar de estrategia.
Como dicen en Rework, una vez que eres grande es muy difícil volver a ser pequeño.
3. Rompe con los planning, son una fantasía
Los planes estratégicos están muy bien. Pero…, ¿cuántos se cumplen en realidad? ¿Tiene sentido hacer un planning a 3 años en el contexto empresarial de hoy?
Ya sabes cuál es la respuesta.
No puedes controlar el mercado, no puedes controlar la competencia y, desde luego, no puedes controlar la economía del país, por no hablar de la mundial. No haces planes estratégicos, sino planes basados en suposiciones.
Entonces, ¿cómo puedo innovar en mi empresa, en este sentido? ¿No debo programar nada? En absoluto. Pero sí es conveniente hacer planes más a corto plazo y dejar un hueco a la improvisación.
El resto, no son planes, son suposiciones que se quedarán en el archivador cogiendo polvo (aunque es posible que te hagan quedar bien en las reuniones) 😛
4. Destierra la idea del workaholic
Seguro que has visto en la oficina a esa personas que están todo el día trabajando. Este perfil de gente que contesta correos a las 4 de la mañana y a las 8:00 a.m. ya está en la oficina.
Esto es un problema empresarial, no sólo porque si analizas qué están haciendo seguramente es innecesario o, directamente, una consecuencia de la ineficiencia de un proceso propio o de un tercero; sino porque nuestra cultura lo celebra.
Por este motivo, muchas veces en las empresas verás gente calentando la silla o generando problemas que no pueden solventar. Efectivamente, los workaholics se inventan tareas.
Si siempre estás trabajando todo el tiempo, ¿cómo vas a analizar los procesos para ser más eficiente? Este perfil de trabajador se siente fenomenal trabajando mucho e intentando solucionar problemas que él mismo ha creado; se centra en detalles poco importantes y nunca pasa a la siguiente tarea.
Innova: busca maneras eficientes de hacer tu trabajo. Éste es el verdadero sentido del trabajador: encontrar la forma de hacer las cosas de la manera más rápida posible y más eficiente.
5. Abandona las ideas y comienza a hacer algo
«Tuve la idea de hacer AirBnb antes que los fundadores» Genial. Ellos han triunfado y tú no, ¿sabes por qué? Porque las ideas son sólo eso, ideas.
Si de verdad te preguntas cómo innovar en una empresa, tienes que pasar a la acción. Lo importante es empezar. Después, triunfarás o no, pero eso no importa. Lo intentarás otra vez.
Por supuesto, no vale, «es imposible», «no hay recursos», «no tengo tiempo». Ésta última es una de las excusas más populares del planeta, la falta de tiempo. En vez de estar viendo la tele, tomando copas o durmiendo, trabaja en tu idea.
Así de simple.
6. Reduce las reuniones
Las interrupciones son el enemigo número uno de la productividad. Los emails, las llamadas de teléfono y, cómo no, las reuniones.
En España, como sabrás, padecemos de reunionitis. Y además de reunionitis presencial. Y éstas, las reuniones, son la peor de las interrupciones y el enemigo número uno de la productividad.
- En las reuniones se suele hablar de conceptos, no de cosas reales.
- Nadie sabe muy bien el objetivo de la reunión.
- Requieren preparación.
- En general, son una pérdida de tiempo.
- Procrean: una reunión lleva a otra, y así sucesivamente.
Piénsalo. ¿Es de verdad necesario tener una reunión juntos? ¿Y en un lugar físico? ¿Es realmente necesario? Si le pones un coste a la reunión, te darás cuenta de lo caras que son.
Si, por otro lado, después de pensar y darte cuenta de que de verdad es totalmente necesaria, ten estas cosas en cuenta:
- Pon un tiempo a la reunión (y no te pases).
- Convoca al menor número de personas posible.
- Trata un problema específico.
- Termina con una solución.
En España nos gusta mucho hacer reuniones en una mesa con comida. Evítalas.
7. Focalizate en ti, no en la competencia
Ten en cuenta a tus competidores; pero no te obsesiones. El panorama competitivo siempre está en constante cambio, es parte de su propia naturaleza.
Piensa lo siguiente, ¿si pasas tiempo vigilando y estudiando a los demás, de dónde vas a sacar el tiempo para mejorar tú mismo?
Cuando piensas en «voy a crear un nuevo TripAdvisor» o «Mi compañía será el nuevo Google» o, más pyme aún: «Montaré una floristería como la de la esquina», estás comenzando mal. Tienes que redefinir las reglas.
No abandones a tus competidores; pero pon más atención a lo que tú haces y puedes mejorar.
8. El poder del «no»
¡Qué complicado es decir que no! Lo sé y lo sufro, es algo que tengo que mejorar considerablemente. Seguramente, a ti te pase lo mismo.
En mi caso, es difícil decir no a otro cliente, a otro trabajo…, en definitiva, a otra oportunidad. Y, siendo sincero, decir siempre sí hace que tus prioridades no queden claras.
Es verdad que decir «sí» puede parecer más sencillo que decir no a priori; sin embargo, nada más lejos de la realidad. Cierto, decir «sí» evita las confrontaciones; pero si permites todo, pronto te verás envuelto en tareas difíciles y absurdas en las que no deberías haberte metido.
Dí sí a las ideas en las que crees, y aplica esto a tu negocio o empresa. Decir «no» es una verdadera manera de innovar.
El ejemplo de Rework con ING es demoledor. ING es el banco de América que más a crecido gracias al poder del no. No hay tarjetas de crédito, no hay un broker, no puedes abrir una cuenta con un millón de dólares. ING dice «no»; porque es un banco sencillo, rápido y transparente.
¿Y si haces lo mismo en tu negocio?
9. Sé imperfecto
En todo lo que hago estoy instaurando la cultura de la imperfección. Sí, es que no soy perfecto. Tú tampoco lo eres, ni dese luego tampoco tu jefe, el cliente que tienes en frente, o la empresa en la que trabajas lo son.
¿Entonces? ¿Qué pasa por ser imperfecto?
Ser imperfecto significa preguntar cuando no comprendes algo; ser imperfecto permite aprender de los errores y, claro que sí, equivocarte.
No entiendo por qué no se puede admitir una equivocación. Tus clientes son personas, personas reales, imperfectas. No pasa nada por serlo.
Instaura una cultura de la imperfección; la perfección genera monstruos y la callada por respuesta.
10. Marketing no es un departamento: todo es marketing
Si tienes una empresa, seas consciente o no, haces marketing todos los días del año.
No puedes no estar en el mercado si tienes un negocio, del mismo modo que no puedes no comunicar. Siempre se comunica: bien, mal o regular. Pero la incomunicación empresarial es imposible.
Piénsalo.
- Cuando alguien contesta una llama, es marketing.
- Cuando mandas un email, haces marketing.
- Tú página web, las palabras, es marketing.
- Tus facturas, son marketing.
- Tu diseño, es marketing.
- Tu personalidad es marketing.
Marketing es todo lo que haces en tu negocio o empresa, nunca lo olvides.
La respuesta a la pregunta cómo innovar en una empresa, como ves, pasa por repensar la manera en la que trabajamos y nos relacionamos con los demás y con nuestro propio negocio.
A veces, da miedo romper con lo establecido. El vértigo no nos deja actuar y nos da miedo equivocarnos. Sin embargo, si siempre hacemos lo mismo, no podremos obtener resultados diferentes.
10 claves para innovar (de verdad) en una empresa #innovación #rework Clic para tuitear
Recuerda, échale un ojo a Rework y repiensa la pregunta: ¿cómo innovar en una empresa? 🙂
Me encantó tu artículo Álvaro, no podría estar más de acuerdo… Pero a la empresa no le gusta escuchar el «no», ni tampoco cuestionar su «realidad». Porque es más fácil quedarse en lo de siempre, porque siempre ha sido así y que ¿para qué cambiar entonces? Y en este contexto innovar resulta mucho más complejo, porque entonces cada propuesta de cambio que haces se la toman como crítica… Pero a pesar de ello, no renuncio, está claro que es la única forma de progresar por lo menos. La innovación llegará… luego!
Anne! Gracias por tus comentarios. Sólo puedo decirte que ánimo y que sigas luchando y peleando por el cambio. En algún momento, tendrán que asumir lo inevitable.
Un abrazo!
Á.